Educación Judicial Popular

Vivir en paz, significa poner en práctica comportamientos individuales y sociales, realizando acciones que contribuyan con el logro de acuerdos para el bienestar común; para alcanzar un ambiente de paz, es importante que las personas conozcan habilidades para manejar sus problemas personales e interpersonales, donde exista la práctica consciente de destrezas para manejar inteligentemente los desacuerdos y en fin, las personas se respeten unas a otras; la paz se fundamenta en la práctica de valores como la justicia, la confianza, la tolerancia, el diálogo y el respeto para todos por igual.

Vivimos en una sociedad en la que el egoísmo y el materialismo «sonríen, se divierten y aparecen por doquier», es por ello urgente que desde las familias, desde los centros educativos, que desde nuestras aulas y que desde las instituciones sociales y políticas del país se activen modelos de convivencia para conseguir una sociedad más justa y homogénea y ¿por qué no?, una sociedad más armónica y feliz.

En estos próximos boletines se busca sensibilizar a las personas respecto a los valores universales que integran la cultura de paz, con el propósito de desarrollar en cada uno de ellos aptitudes y actitudes que fomenten el diálogo, la empatía y la solidaridad, a fin de que éstos sean considerados como agentes de paz, con un alto compromiso social y garantes de los derechos humanos, para que sean difusores de valores basados en el diálogo y la no violencia, en la construcción de una sociedad más participativa y solidaria, (…)

El estrés es aquella situación en la cual, las necesidades y las exigencias internas o externas superan nuestra capacidad de respuesta…

Las emociones son reacciones complejas de la condici n humana
en las que se relacionan la mente y el cuerpo; responden a
elementos internos y externos; la expresi n de las emociones est 
condicionada por el g nero, la edad y la cultura; B sicamente,
existen tres tipos de respuestas emocionales:

La habilidad del manejo de las emociones, es importante que se promueva desde la infancia para aprender a reconocer y el manejo de estas; el desarrollo de la persona, sobre todo en la infancia y la adolescencia, está lleno de cambios físicos, emocionales y formas de pensar; el crecimiento y la maduración están determinados por las inseguridades y expectativas sobre la vida futura, así como por las presiones generadas por la familia, las amistades, la escuela, la comunidad y la sociedad en su conjunto, a través de los procesos de socialización.

Dentro de desarrollo del pensamiento crítico, es necesario reconocer y prever las barreras o prejuicios que puedan ocurrir en una reflexión o una toma decisión, pues puede afectar a sí mismos y a otros; a lo largo del día las personas se ven expuestas…